Hoy vengo a mostraros algo que, si sois fans del "hazlo tú mismo" y de las cositas hechas con cariño, os va a hacer sonreír: unos pasadores para el pelo de niña, en forma de caramelo, que son tan monos que casi da pena usarlos . Estos pasadores son como un pequeño dulce para el pelo.
Lo cierto es que todo comenzó con unos retalitos de tela que tenía por ahí guardados, esos que, si no te decides a usarlos, te ocupan espacio en el cajón hasta que se convierten en parte del mobiliario. Pero un buen día decidí que ya era hora de darles una segunda vida, y así nacieron estos pasadores. Los corté con cuidado, los rellené con guata y voilà, ¡tenemos unos pasadores únicos y de lo más originales!
Algunos de estos pasadores se van a la Operación Niño de la Navidad, una iniciativa solidaria que ya he comentado en otras ocasiones en este blog, aquí, aquí y aquí. Os dejo el enlace a su web por si queréis colaborar y hacer feliz a uno de estos niños.
En mi cajón de recuerdos también había unas diademas guardadas desde hace años, que esperaban pacientemente su momento. Les añadí unos botones de lo más coloridos: estrellas, corazones...y así han quedado.








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